Los Santos

Poco que decir en cuanto al día de hoy. Quizá sea porque hemos tenido día festivo, el día de Todos los Santos. Sólo ha habido el esperado cruce de declaraciones entre el PSOE y el PP acerca de la sentencia de ayer, y un inicio de polémica entre la monarquía española y Marruecos.

En primer lugar, le ha tocado a Rubalcaba aplicar la dosis diaria de ataque a la oposición. Ha insistido en que la sentencia deja muy claro que ETA no estaba implicada en los atentados del once de marzo. Además, José Blanco ha empleado un modo de expresión terrible, morboso, fuera de lugar y absurdo. Ha empleado los términos que aparecían en la sentencia (autor material, colaborador necesario, autor intelectual…) para mencionar el papel de los dirigentes Populares en la gestión de la crisis de marzo del 2004. En mi opinión ha sido de escaso gusto, y es de esperar que mañana habrá un nuevo ejercicio de “inventiva” en la respuesta del PP.

Por su parte, Zaplana ha respondido diciendo que en la sentencia tampoco se especifica que la guerra de Irak fuera la causa de los atentados. Diré que este comentario es, al menos, extraño. ¿Por qué iba a decir eso la sentencia? Más aún, ¿por qué iba a atacarnos el terrorismo islamista si no nos hubiéramos aliado a los Estados Unidos en esa misión? Los políticos y sus historias.

Con respecto al inicio de polémica diplomática entre España y Marruecos, ha venido provocado por el anuncio de la futura visita de los Reyes a Ceuta y Melilla. Marruecos se ha tomado esto como un incidente diplomático. No hay mucho que comentar acerca de este tema, ya que supongo que todas las localidades españolas tienen el mismo derecho a ver a los Reyes. Si esto molesta a Marruecos, deberían haber asumido ya ciertos temas, como que la pertenencia de Ceuta y Melilla a España es anterior a la existencia del propio Marruecos.

Y poco más que comentar. Al parecer algunos de los presos en Chad podrían volver a España en breve, aunque tendrán que seguir esperando… y rezando.

Sentencia

Y el día de hoy llegó, y se leyó la sentencia a los acusados por los atentados del once de marzo en los trenes de Madrid. Ha habido una gran expectación previa, aunque después el análisis se ha ido desinflando según pasaban las horas. En el fondo, era de esperar viendo el modo de actuación del juez Bermúdez durante el juicio. Sobrio, equilibrado, y con la cabeza sobre los hombros. Por lo tanto, la sentencia ha sido como él: sin demasiadas sorpresas. Se ha juzgado lo que estaba probado, y se ha dejado a un lado lo que no estaba probado. Esto, obviamente, incluía la participación de ETA que algunos (ya muy pocos) defendían, pero también la absolución de “El Egipcio”, que en principio había sido acusado por la Fiscalía como el cerebro de los actos terroristas. Como no ha podido ser probado, la sentencia no dictamina ningún autor “intelectual” de los ataques. Ha habido dos autores materiales, además de un colaborador necesario, nuestro compatriota Suárez Trashorras. El resto de acusados han sido condenados por pertenencia a banda armada o tráfico de explosivos, lo cual no ha sido bien recibido por la mayoría de las víctimas.

Al principio del día, he oído cómo una de ellas decía que hoy era un día alegre, pues se iba a hacer justicia. En el fondo, todos los que podíamos verlo con una mirada relativamente objetiva (si es que alguno podíamos hacerlo, porque todos fuimos atacados en mayor o menor medida ese día) sabíamos que ninguna víctima quedaría contenta. Nada iba a devolverles las pérdidas terribles de aquel día y, por lo tanto, quedarían de algún modo descontentas. Desde algunas asociaciones se ha confirmado que se recurrirá la sentencia, sobre todo en lo referente a la participación de “El Egipcio”. Según parece, él mismo había confirmado estar detrás de los ataques en varias conversaciones telefónicas, aunque en el juicio afirmó que sólo lo hacía para presumir. En fin, aunque algunas cosas puedan cambiar, parece que la sentencia está dictada y los culpables pagarán por sus acciones. Siempre teniendo en cuenta que la mayoría de ellos ya lo hicieron en el piso de Leganés.

En cuanto a las reacciones políticas, al final ha sido Rajoy el que no ha estado a la altura. Zapatero ha hecho una declaración sobria e institucional, diciendo que se ha hecho justicia y agradeciendo la actuación de todos los funcionarios del Estado. O sea, ha hecho lo que debía. Sin embargo, Rajoy ha dejado caer que le parece muy bien la sentencia y que él estará dispuesto a que se siga investigando para encontrar a los responsables intelectuales de los ataques. Realmente, ¿hacía falta ese comentario? Hoy era momento para decir que todo estaba bien, la famosa frase de “respetamos las decisiones de los jueces”, y más adelante entrar a comentar los cabos sueltos de la sentencia. Que, insisto, se deben a la rectitud del tribunal más que a su incapacidad.

Por lo demás, poco que añadir. Zapatero ha dicho en el Congreso que no sabe cuándo llegará el AVE a Barcelona y cuándo volverán los Cercanías (vaya noticia), que asume toda la responsabilidad y pide perdón a los ciudadanos. En fin, todo con tal de proteger a su Ministra Álvarez y, por extensión, cubrirse las espaldas en Andalucía a la hora de las elecciones.

Con respecto a los españoles de Chad, se enfrentan a penas de veinte años de trabajos forzados. Me parece tremendo, la verdad, y sólo espero que si esas personas no sabían en lo que estaban involucradas sean devueltas a España cuanto antes. Pero es que incluso poniéndose en la peor de las situaciones, ¿merecerían realmente un castigo tan severo?

Si su causa la instruyera el juez Bermúdez, no cabe duda de que se haría justicia en función de las pruebas con las que se contaran.

Los jueces

Mañana será un día importante en la Historia de nuestro país. La fecha de mañana probablemente aparezca en los libros de los alumnos de quince años dentro de unas décadas, si es que por entonces todavía existen los libros, y los chicos de quince años todavía van al colegio. Si Chaves sigue dándoles sus famosas ayudas (no duden que el Sr. Chaves seguirá al frente de la Comunidad andaluza), supongo que habrá alguno que seguirá estudiando.

Mañana, como digo, será un día importante porque conoceremos la sentencia del peor ataque que hemos sufrido en nuestro suelo, las bombas de los trenes del once de marzo. No quiero adelantarme a comentar la actualidad de mañana antes de conocerla, pero de momento siento una cierta inquietud por los preparativos que van haciendo algunos políticos. El Gobierno, en voz de José Blanco, dice que mañana se conocerá la verdad y que algunos se la tendrán que “tragar”. Acebes, por su parte, dice que no importa lo que digan los jueces, porque el Gobierno se encargará de que el culpable sea el Partido Popular. Bien pensado, los dos tienen razón, y eso es lo triste. Sin duda habrá interpretación política y electoralista a la sentencia de los jueces, cuando lo propio sería mantenerse unidos y hacer un homenaje más a las víctimas de aquel penoso día. De hecho, tanto un partido como otro nos harán olvidar que los verdaderos culpables fueron unos terroristas enfermos que decidieron hacernos mucho daño, siguiendo una ideología que alguien se inventó con fines económicos. Obviamente no hablo del Islam, sino del terrorismo islamista.

Otros que esperan sentencia, o al menos acusación formal, son los tripulantes del avión que fue sorprendido cuando pretendía abandonar Chad dirección Francia con 103 niños, la llamada “Arca de Zoé”. Lo que al principio fue interpretado como un acto humanitario burocráticamente mal llevado a cabo, parece convertirse en un secuestro de unos niños que ni estaban enfermos, ni eran huérfanos, ni querían irse. Sin duda, la supuesta ONG tendrá que pagar por ello si se confirman estos extremos. Lo que realmente dudo es la responsabilidad de los tripulantes del vuelo en todo este suceso. Me imagino que la función de un vuelo chárter es la misma que cuando uno coge un taxi: por favor, lléveme a Chad y devuélvame a Francia. Quizá fue responsabilidad de la empresa no asegurarse de los fines del “Arca”, pero de ahí a acusarles de intento de secuestro me parece un tanto desproporcionado. En cualquier caso, habrá que esperar a la decisión final de la Justicia de Chad, que espero dé a cada cual lo que se merezca.

Y, ¿adivinan qué? Hoy siguen los problemas con el AVE de Barcelona y la suspensión de los Cercanías, que estarán parados al menos hasta el lunes. Pero además, oh sorpresa, ha aparecido un socavón también en el AVE de Málaga. Quizá un día entre a analizar todo este tema en profundidad, pero a primera vista percibo lo siguiente: el problema no está en las complicaciones del AVE, que pueden ser hasta cierto punto normales. El verdadero problema reside en la afirmación tajante de Zapatero de inaugurar los AVEs de Barcelona, Málaga y Valladolid el 21, 22 y 23 de diciembre. Si no hubiera habido esta afirmación, tampoco habría tanta presión en las obras. El AVE de Barcelona lleva quince años de retraso. ¿Qué importan unos meses más? Pues importan mucho, porque de repente esos meses implican el incumplimiento de las promesas del Presidente. El sino del político no es sólo “dar la cara” o “hacerse la foto”, sino complicarse la vida lo más posible. Es un hombre de retos. Si no, no se me ocurre otra explicación.

Y ya verán ustedes mañana. Preveo que, tras la sentencia de los jueces, habrá que soportar una gran cantidad de sandeces por parte de estas gentes de curioso oficio.

Dar la cara

En primer lugar, querría pedir disculpas por estos tres días de “silencio”. Cuestiones técnicas.

¡Ay, las cuestiones técnicas!, pensará Zapatero. Zapatero, Magdalena Álvarez, la sociedad catalana en general… La noticia de todo este fin de semana, y que colea incluso con más fuerza el lunes, sigue siendo el AVE a Barcelona y la suspensión de los Cercanías de esta ciudad. Lo curioso son los cambios que se han ido sucediendo, para que al final la situación real vaya emergiendo al exterior. Primero fueron las historias de la empresa encargada de las obras, a la cual algunos miembros del PSOE llegaron a acusar de sabotaje. Después, no sólo se desmintió este aspecto, sino que se continuó confiando en esta empresa y se buscó otras tres para potenciar y acelerar las obras. Lo más llamativo de las últimas horas ha sido la visita de Zapatero a la “zona cero”, y que ha sido interpretada de distintas maneras, como era de esperar. Lo que más me ha llamado la atención es escuchar la “importancia de dar la cara” para los políticos. Me ha parecido triste, muy triste, por lo cierto que es. Los políticos andan siempre más preocupados de “dar la cara” (o “hacerse la foto”, que significa lo mismo pero suele ser empleado por el grupo opuesto) que trabajar realmente por el pueblo. Si todos nos dedicáramos únicamente a dar la cara, el país se vendría abajo. Una que ni siquiera ha dado la cara ha sido la Ministra de Fomento, o “Ministra de Momento”, como de modo muy inteligente tituló un oyente radiofónico. Es lo que queda por ver, un político que ni siquiera dé la cara. ¿O acaso estaba trabajando mientras Zapatero se “hacía la foto”? Démosle al menos el beneficio de la duda.

Hablando de trabajo, ha habido dos personas que han cambiado el suyo en las últimas horas. Hablo de fútbol, que por su carácter social también ha de ser comentado. En primer lugar, Juande Ramos, ex-entrenador del Sevilla, decidió dejarlo todo con la temporada empezada e irse a Londres. Por supuesto, ha sido una decisión muy criticada, especialmente por su hinchada. Por mi parte, tengo que respetar la decisión, ¿o quién no tomaría su misma decisión ante un bonito reto profesional y el sueldo cuadruplicado? Pero además, la actualidad del domingo hace que mi comprensión hacia él sea más firme, ya que el entrenador del Valencia, Quique Sánchez Flores, fue destituido. Imagínense por un momento que Juande Ramos hubiera permanecido en su puesto y perdido los dos próximos partidos. Seguramente se hubiera abierto para él la misma puerta que para Quique, y se le habría cerrado la del Tottenham. En el fútbol, como en la vida, más vale pájaro en mano.

Algunas notas sobre otros temas de actualidad. En primer lugar, la beatificación de más de cuatrocientos mártires de la Guerra Civil española. También encuentro curiosas ciertas críticas de algunos grupos políticos, obviamente alejados de la Iglesia. Estos grupos deberían entender a la Iglesia como una empresa privada, y resulta curioso que critiquen sus decisiones cuando se cansan de repetir que hay que ignorarla. Por mi parte, creo que cualquier homenaje a víctimas injustas de la Historia es positivo, independientemente de su signo político. Eso sí, los muertos, muertos están, y tampoco me parece ético remover la tierra para obtener beneficios políticos.

Y el último y muy breve comentario es acerca de las elecciones argentinas. Sinceramente, no sé qué candidato o candidata habría sido mejor, pero por algunas declaraciones que he escuchado a Cristina Fernández, eventual vencedora, percibo el mismo aire populista que en otros personajes conocidos como Hugo Chávez, Evo Morales o Rafael Correa. Miedo me da, pues la demagogia es el colmo de la política. Y, en este caso, mucho me temo que los críticos, además de enemigos del pueblo, serán tildados de machistas. En ocasiones sería bueno que los políticos ni siquiera dieran la cara.

En medio

Una de las expresiones más clásicas y castizas de nuestro refranero moderno dice aquello de “estás en medio como los jueves”. Se suele emplear para decirle a alguien que molesta, que está fuera de lugar, o que no pinta nada. Informativamente, este jueves ha sido algo parecido. Parece que todo el mundo ha querido pasarlo cuanto antes, sacándole punta a los temas de días anteriores, y esperando que el viernes llegue lo antes posible. Bueno, decía que este refrán es castizo, así que ustedes comprenderán que se haya aplicado a España, y no al resto del mundo.

Las dos principales noticias novedosas han llegado, como digo, del exterior. Me hace gracia llamarles novedosas, ya que en el fondo es la reedición de temas tristemente conocidos. El primero es el de la inmigración africana. Un barco gallego ha recogido en aguas de Cabo Verde un cayuco fantasma. Al parecer, según he leído en www.elmundo.es, el capitán lloraba al contar el panorama que se encontraron. Allí había únicamente una persona con vida en un estado pésimo de salud, y teniendo como compañeros a siete amigos que habían fallecido hacía una semana. Además, otros cuarenta y nueve tripulantes de la patera habían desaparecido. ¿Pueden ponerse en el lugar de ese pobre capitán? Supongo que no… No voy a pedirles que se imaginen lo que sentía el inmigrante, porque queda demasiado lejos de nosotros y sería imposible. Pero, por un momento, traten de pensar que no es simplemente una foto o un texto en el periódico, sino una persona que ve el mundo con los mismos ojos que usted y que yo. Es sobrecogedor, sobre todo porque estos jóvenes saben desde un principio que ese viaje en barca puede ser el último de sus vidas, y aun así invierten todos sus ahorros para llevarlo a cabo.

El segundo tema es quizá más fácil de comentar, porque resulta inexplicable. Israel ha cortado el suministro eléctrico y de carburante a la franja de Gaza. Muy bien, comprendo que esa parte del mundo controlada por Hamas vive deseando la extinción de Israel, pero es muy cruel condenar a miles de personas civiles –de nuevo, como usted y como yo– que ven cómo se acerca el invierno y no pueden combatirlo con nada. Parece que tanto los inmigrantes africanos como los palestinos de Gaza viven como los jueves del refrán, tristes y fuera de lugar.

En casa hemos seguido hablando de la agresión del salvaje a la chiquilla ecuatoriana, de los Cercanías de Barcelona y del “AlGorismo", que promete ser el tema de los próximos días. Lo último han sido unas declaraciones cruzadas entre Rajoy y el mismísimo dios. Del primero de los temas citados hemos sabido que la cosa no había cambiado tanto como en un principio se vendió, con tantas declaraciones institucionales. De hecho, la petición de arresto de la fiscalía ni siquiera había llegado al juez. Hoy han declarado agredida, agresor y testigo, y estamos pendientes de la decisión judicial. (A estas horas compruebo en los medios de la Red que el acusado ha sido puesto en libertad provisional sin fianza).

En definitiva, el jueves se ha situado en el medio de la semana y sus temas políticos y sociales han sido un poco cargantes. Al fin y al cabo, el refranero no suele equivocarse.

P.D. Hoy no hemos oído nada de los incendios de California. Al final se ha cumplido lo esperado.

El Salvaje y los Presupuestos

Sin duda hoy la noticia del día tiene un carácter social. Y, tengo que reconocerlo, estoy sorprendido del revuelo que se ha organizado.

Ayer comenzamos a ver en los diarios electrónicos el vídeo de ese salvaje, descerebrado y presuntamente racista, que agredía a una pobre chica en el metro. Se dio la circunstancia de que la chica procedía de Ecuador, por lo que el carácter racista de la agresión empezó a ser aceptado. En principio, la noticia quedó como el típico suceso que uno encuentra en Internet y por el cual se indigna, y acaba por pensar: “ojalá hubiera estado allí con cinco amigos y hubiéramos podido comprobar tu valentía”. Y ahí había quedado todo a día de ayer.

Sin embargo, hoy nos encontramos con que el salvaje en cuestión va a ser detenido y, por alguna razón que todavía desconozco, nuestro ministro de Exteriores ha pedido perdón públicamente a la nación de Ecuador. Por supuesto, supone una gran alegría que el peso de la Ley caiga sobre este niñato, especialmente porque el precedente que crea hará que muchos otros macarras busquen las cámaras de vídeo antes de hacer una tropelía. Ahora bien, de ahí a que se organice un conflicto internacional, sinceramente, me parece exagerado. También nos hemos enterado de que en Sevilla un chico está en la UCI por defender a una chica al ser increpada por una tribu, de nuevo, de salvajes. Esperemos que estos bárbaros también sean encerrados, aunque no haga falta ninguna declaración de ninguna personalidad política.

De hecho, es posible que los políticos hayan colmado su preocupación social por la mañana, ya que por la tarde han estado ocupados en temas trascendentales: los Presupuestos. Al final el Gobierno ha conseguido aprobarlos por los pelos a pesar de las seis enmiendas a la totalidad presentadas inicialmente. Me ha hecho una gracia especial el tema del PNV: “aprobaremos los presupuestos si ustedes nos dejan hacer el referéndum”. Esto hace que uno se dé cuenta de que la clase política –al completo y en todas sus vertientes– esté muy lejos de la sociedad. Ustedes cambien cromos, que nosotros somos los que esperamos a los Cercanías, al AVE, aguantamos las palizas y nos alegramos de las detenciones de terroristas de Al Qaeda en Burgos.

Ah claro, de eso también se alegran ustedes, que es políticamente correcto y puede dar votos. Igual que la disculpa de Moratinos.

Los Pasajes de la Historia

Aunque no forme parte de la actualidad del día, todavía sigo sobrecogido por la muerte del periodista radiofónico, historiador y divulgador Juan Antonio Cebrián. Fui oyente de La Rosa de los Vientos durante apenas seis meses, pero creo que desde el primer programa Juan Antonio me cautivó con su voz y su sabiduría. Mi admiración hacia él ha crecido al enterarme de que era ciego, y que conseguía hacer el programa con maestría gracias a que su mujer –Silvia– le ayudaba desde los controles técnicos. Desde aquí mi más sentido pésame y todo mi cariño para Silvia y Alejandro, su pequeño.

Si Juan Antonio hiciese dentro de trescientos años uno de sus “Pasajes de la Historia” mirando hacia nuestro tiempo, posiblemente no hablaría de la suspensión de varias líneas de Cercanías en Barcelona. Quizá en esto es en lo que se apoya el Gobierno para no darle importancia. Sin duda, si sus predicciones son ciertas, Juan Antonio hará un monográfico sobre el profeta medioambiental Al Gore. El Gobierno sí que sabe lo que puede marcar la Historia de este país y del mundo entero, por lo que anda sumido en el “AlGorismo” de demostrar que lo más importante a día de hoy es preocuparse por el cambio climático. Rajoy y compañía, inocentes de ellos, no han reparado en que en un futuro podrían formar parte de un “Pasaje de la Historia”, por lo que se preocupan de hacer daño al Gobierno criticando su gestión en Barcelona. Mientras, los asesinos de ETA, sabedores de que ya tienen el puesto asegurado en la Historia de España, se dedican a asomar la cabeza para llamar la atención y atacar al Gobierno desde otro frente. Como su objetivo puntual es el protagonismo, creo que no merece la pena dar importancia a esta panda de delincuentes barriobajeros y psicópatas de pueblo.

Otro aspecto que podría mencionar Juan Antonio al hablar de nuestros días serían los incendios de California. Y, ¿por qué?, se preguntarán. Sí, es cierto que es una de las típicas noticias que aparecen en todos los noticieros hoy y mañana, y pasado mañana se nos habrá olvidado. Sin embargo, los grupos fundamentalistas religiosos de los EE UU se empeñan en decir que estos incendios son el comienzo del Apocalipsis, y que obviamente han empezado por el punto del continente en el que existe más depravación y superficialidad: Malibú. Ya saben, el Apocalipsis puede empezar en Los Ángeles. Si Victoria Beckham lo hubiera sabido… probablemente habría buscado en el diccionario la palabra “Apocalipsis”.

Claro que, tanto el “AlGorismo" como la teoría del Apocalipsis pueden ser un error y Juan Antonio podría no tener nada que destacar de estos días. También puede haber un error de cálculo en la inauguración del AVE de Barcelona y retrasarse un poco más, e incluso puede que algún Cercanías se equivoque y lleve puntual a su trabajo a todos sus viajeros. Ante todo, hablando de errores, lo más seguro es que no puedan solucionarse al estilo Hamilton. En el Gran Premio de Brasil demostró ser un gran amante de la Informática, al querer subsanar sus errores como todo buen informático: reiniciando. A Ron Dennis se le olvidó decirle que aquello no era como la Play Station, y al final todo terminó como ya sabemos. ¿O acaso no ha terminado? Si al final una decisión burocrática de la FIA le da el mundial al británico… eso sí que será para que Juan Antonio lo cuente en su Rosa, dentro del apartado “La Zona Cero”.

Descansa en paz, Juan Antonio. Ahora ya conoces el mayor Enigma de la Humanidad.

Lástima que no nos lo puedas contar.